Los almogávares fueron unas tropas de choque, utilizadas para el espionaje y la guerrilla, que fueron encuadrados en la infantería de todos los reinos cristianos de la península ibérica a lo largo de la Reconquista. Estaban formados principalmente por infantería ligera y fueron especialmente conocidos los procedentes de la Corona de Aragón por el activo papel que jugaron en el Mediterráneo entre los siglos XIII y XIV.

Los almogávares en la Guerra de GranadaLos almogávares en la Guerra de Granada

Los almogávares, origen sarraceno del término y adaptación cristiana

Las primeras referencias a los almogávares son de los territorios de Al-Ándalus en el siglo X, para referirse a pequeños grupos armados de sarracenos dedicados al saqueo y los ataques sorpresa. La primera referéncia histórica documental aparece en la crónica «Akhbar muluk Al-Andalus» o Crónica del Moro Rasis, la historia de los reyes de Al-Ándalus, escrita entre el 887 y el 955 por Ahmad ibn Muhamad Ar-Razí, conocido entre los árabes con el nombre de Al-Tarij (el Cronista) y entre los cristianos como el moro Rasis el cual cita por primera vez en la historia la existencia de unas tropas llamadas almogávares presentes en la ciudad de Saraqusta

 Y la ciudad de Saraqusta fue durante mucho tiempo cámara dels Almojarifes, y fue la escogida de los guerreros. Y cuando combatían la ciudad de Saraqusta, i combatían todos els alcalles i Almogávares, para ellos la escogían.

Los aragoneses fueron los primeros cristianos documentados en adaptar esas estrategias y luchar como esos grupos de sarracenos conocidos como almogávares, por lo que finalmente acabaron siendo conocidos por el mismo nombre.

Los almogávares en la Guerra de GranadaLos almogávares en la Guerra de Granada

La primera vez que se menciona a unos almogávares cristianos es en un testimonio de Jerónimo Zurita en sus Anales de Aragón,que sitúa a los almogávares en época de Alfonso I de Aragón reforzando hacia 1105-1110 en la fortaleza de El Castellar con vistas a la conquista de Zaragoza:

Gánase Tahuste. Guarda de almogávares. De allí fue discurriendo más adelante y tomó el lugar de Tahuste junto a las riberas de Ebro; el cual se ganó por la valentía y grande esfuerzo de don Bachalla. Y poco después comenzó a poner gente plática en la guerra y muy ejercitada en ella, que llamaban almogávares, en el Castellar para que estuviesen en frontera contra los moros de Zaragoza.

Los almogávares, origen

A causa de la invasión musulmana de la Península Ibérica, los pastores cristianos de los valles pirenaicos se quedaron sin poder utilizar en invierno los valles que habían sido ocupados. Para poder seguir subsistiendo, estos pastores se tuvieron que organizar en bandas de salteadores y penetrar en los dominios enemigos en busca de lo necesario para la supervivencia de los suyos.

Los almogávares en la Guerra de GranadaLos almogávares en la Guerra de Granada

Durante estas razzias, que solían ser de apenas unos pocos días, los almogávares podían vivir del terreno y dormir al raso. La instrucción necesaria para poder actuar de esta lid les venía dada de su antigua vida de pastores, ya que la mayoría de ellos se había criado entre las más agrestes montañas, donde la dureza del clima hacía que la tierra no regalara demasiados recursos y hubiera que aprovechar al máximo los pocos presentes.

Los almogávares en la Guerra de GranadaLos almogávares en la Guerra de Granada

Ttras muchas generaciones llevando este nuevo tipo de vida se formó un auténtico espíritu guerrero en estas comunidades de pastores, de forma que acabaron por no saber vivir de otra manera que no fuera haciendo la guerra. Este modo de vida, a medida que los reinos cristianos avanzaban hacia el sur, fue siendo adaptado por los habitantes de las zonas fronterizas con los territorios musulmanes.

Los almogávaresGuerra de Granada

Los almogávares tuvieron un papel importante en este conflicto, ya que eran los que mejor conocían el territorio montañoso. A su mando se pusieron las huestes de hidalgos procedentes de Oviedo. También son nombrados por Diego Hurtado de Mendoza en “Guerra de Granada”:

“Llaman adalides en lengua castellana a las guias y cabezas de gente del campo, que entran a correr tierra de enemigos; y a la gente llamaban almogavares, antiguamente fue calificado el cargo de adalides; elegianlos sus almogavares; saludabanlos por su nombre levantandolos en alto de pies en un escudo; por el rastro conocen las pisadas de cualquiera fiera o persona, y con tanta presteza que no se detienen a conjeturar; resolviendo por señales, a juicio de quien las mira livianas, mas al suyo tan ciertas, que cuando han encontrado con lo que buscan, parece maravilla o envahimiento”.

Uno de estos adalides, de estirpe leonesa y llamado Ortega de Prado, que había participado en la lucha de la Corona de Aragón contra Francia librada en Cataluña, participó en la decisiva toma del alcázar de Alhama la noche siguiente al 27 de febrero de 1482, cuando echó unas escalas, subió a la muralla, degolló a los desprevenidos centinelas y ocupó la torre con los soldados que tras él subieron, abriendo los portones para que entrara en su interior el grueso del ejército atacante y tomara el resto de la ciudad.

Los almogávares en la Guerra de GranadaLos almogávares en la Guerra de Granada

La misma estrategia siguió en la toma de Zahara, aunque en este caso fueron detectados y solo pudieron resistir después de una ardua defensa. También es mencionada la presencia de almogávares, de origen navarro y aragonés, en los combates para la toma de Loja, que con valor y sufriendo pérdidas tomaron una cuesta próxima a la ciudad de gran interés estratégico para su toma.

El grito de guerra de los almogávares procedentes de la Corona de Aragón cuando entraban en combate era el famosísimo: