La noble familia de Aben Humeya -cuyo nombre cristiano era Fernando (o Hernando) de Válor y Córdoba- aseguraba que era descendiente de los Omeyas de Córdoba y que abandonaron el Islam durante la conquista de Granada. Pero en 1567, con el edicto de Felipe II (la Pragmática Sanción) para obligar a los moriscos a abandonar su modo de vida, estalló la Rebelión de las Alpujarras y Humeya se unió a ella.
Fernando renegó de sus creencias cristianas e incluso se cambió el nombre a Muhammad ibn Umayya (que ha pasado al castellano como Abén Humeya). Fue ganando peso dentro de la revuelta hasta convertirse en su líder. En ese momento incluso fue proclamado rey de los moriscos de Béznar y coronado, según la leyenda, bajo el ‘Olivo del moro’.
Fernando de Válor y Córdoba
Aben Humeya era un noble morisco que acabó liderando la Rebelión de la Alpujarra
Uno de los bastiones de la insurrección fue el Fuerte de Juviles, el castillo más grande de la Alpujarra y uno de los más célebres de la comarca que fue importante tanto en la lucha contra el poder de Córdoba en los siglos IX y X como en la rebelión de los moriscos en el siglo XVI (uno de los conflictos religiosos más cruentos de toda Europa).
Los arqueólogos de la Universidad de Granada han llevado a cabo las primeras excavaciones en este yacimiento y han encontrado evidencias claras de su importancia. Los trabajos se han centrado en dos puntos. En el primero, junto al camino de acceso a la fortaleza y el gran aljibe (pozo), se ha documentado parte de la mezquita del fuerte, de planta rectangular y con hasta tres niveles sucesivos de pavimentos visibles.
Foto aérea del extremo occidental de la mezquita encontrada en el Fuerte de Juviles
Esta es la primera mezquita documentada arqueológicamente en la Alpujarra y que habría estado en uso hasta época nazarí. La otra área de estudio fue la parte alta del castillo, un lugar donde se ha encontrado un trozo de muralla de mampostería de hasta tres metros de altura entre dos torres, una de ellas desconocida hasta este momento, y que se corresponden con las defensas del recinto superior de Juviles.
En estas estructuras, cuyo origen sería en época almohade o inicios de la nazarí (siglos XII-XIII) se han identificado hasta seis fases de reformas sucesivas, lo que es una muestra clara de la intensa actividad constructiva en este punto del recinto. En el interior de la muralla se ha documentado un nivel que fue destruido e incendiado pero que aún conserva abundantes restos cerámicos, metálicos y de fundición de plomo del siglo XVI que concuerda con las informaciones de las crónicas de la Guerra de la Alpujarra de 1568.
En el siglo XVI
El Fuerte de Juviles fue utilizado por los moriscos durante el alzamiento
Estos textos cuentan cómo Juviles fue utilizado por los moriscos como refugio durante el alzamiento. De hecho, la última de las reformas de la muralla se correspondería con las reparaciones asociadas a esta fase de ocupación. “Se trata, por lo tanto, de la primera vez que se documenta arqueológicamente la rebelión encabezada por Aben Humeya”, indican los investigadores.
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