Una nueva obra del filósofo francés
Por Iñaki Urdanibia
En la vena emancipadora que siempre ha sido la que ha guiado el pensamiento del filósofo francés, la exploración sistemática del tiempo ha ocupado no pocas páginas de su escritura. Ya muy en concreto en su anterior libro , en diálogo con el editor Eric Hazan, trataba de perfilar las características del tiempo actual,En quel tempos vivons-nous?, al que ya dediqué, por cierto, algunas líneas en esta misma red (http://kaosenlared.net/presente-segun-jacques-ranciere/ )
, al igual que algunos comentarios más al pensador. Ya en obras anteriores el tema ocupaba un lugar central en sus reflexiones tanto en lo que hace a la jerarquía temporal que distingue entre quienes carecen de tiempo y los que disfrutan de él para su ocio; distinción que ya era establecida por la división platónica en La República.
La cuestión del tiempo, de su carácter finalista y con una dirección en prometedor progreso o su pretendido final, ha dado mucho que hablar en el debate relacionado con la modernidad y la postmodernidad, debate siempre de actualidad, y que también cobra potente presencia en el campo del pensamiento crítico bajo el concepto de acontecimiento, presente, por ejemplo, tanto en los textos de Gilles Deleuze como de Alain Badiou, entre otros.
En la presente ocasión se publica una recopilación de conferencias del autor bajo el nombre de «Les temps modernes. Art, temps, politique» ( La Fabrique, 2018), en ella se recogen varias conferencias que Jacques Rancière ofreció en diferentes localidades de la ex-Yugolsvaia. La unidad temática que se da entre ellas reside en lo que se deja ver desde el mismo título: los aires de los tiempos modernos y su plasmación en los terrenos del arte y la política.
Unas iniciales aclaraciones sitúan la visión del pensador acerca de mostrar la particularidad del título de su obra, y su diferencia, con respecto a la película de Charles Chapin o a la revista de Jean_Paul Sartre et famille; ésta reside en el plural que es el de la obra lo que supone que en vez de una visión singular subraya una visión plural. Las diferentes interpretaciones acerca del presente, hacen que se puedan establecer algunas características que responden a un canon común y otras que hacen que se niegue esta pretendida comunidad; en ese terreno se daban ciertas diferencias- a pesar de que tanto ambas hablaban desde una óptica vanguardista- entre la visión expresada por el cineasta/actor sobre la sintonía entre gestos del vagabundo y las máquinas, con la versión del partido comunista soviético que explicaba tal relación como una acumulación de riquezas que facilitarían la llegada del comunismo. En este orden de cosas, se puede concluir -Rancière lo hace- que «no hay uno sino tiempos modernos, de maneras a menudo diferentes, a veces contradictorias, de pensar el tiempo de la política o del arte moderno en términos de progresos, de retroceso, de repetición, de pausa o de entrelazamiento de tiempos». Por una parte, existen dos versiones acerca de la historia: una como sucesión de los hechos, y su narración( principio de realidad), y la otra versión, poética, sería la interpretación que de tales se hace, como ficción, siguiendo una especie de pre-programación que hace que los hechos sean entroncados en una sucesión lineal en constante progreso ( principio de racionalidad). En esta forma de interpretación, coinciden el marxismo – al menos las interpretaciones que de Marx se han propagado- y otras visiones de la emancipación como la propia Ilustración. Para aclarar esta concepción sobre la temporalidad, el autor pone fecha de nacimiento a este modo de ver las cosas, en la Poética de Aristóteles, al partir del hecho de que los poetas son los creadores de ficciones, mas no en el sentido de seres o situaciones imaginarias, sino como la ficción como una forma de estructuración racional de los hechos, entre los que se busca unos lazos de unión y sucesión, en cierta medida respondiendo al criterio de causalidad, que contraponía la fortuna al infortunio, o la ignorancia al saber, en una supuesta salida a mejor: la fortuna y el saber. Bajo este molde, avanza el texto en el que se da una aproximación al tan manido fin de los grandes relatos, pertinencia que es puesta en solfa ante la sustitución de ciertos discursos prometedores, o esperanzados, por otros relato, presentista, que viene a mantener que hay una sola situación que es la actual, y que no hay afuera, ni más allá en el tiempo, al que hace compañía algunos discursos apocalípticos; serían los discursos de los diferentes fines ( del arte, de la historia, de la filosofía…). A esto sucede en los análisis rancierianos, la jerarquía existente entre temporalidades: la del tiempo racional de la ficción y el tiempo de la realidad ordinaria, y ahí es en donde surge la diferenciación entre quienes disponen de su tiempo y quienes dedican su tiempo para trabajar , lo que viene a suponer con sobrevivir( como antes he señalado, ya las jerarquías platónicas establecían que los trabajadores tenían que dedicarse única y exclusivamente a trabajar …zapatero a tus zapatos), lo que a su vez se traducía en unos determinados espacios ( el taller u otros centros de trabajo). Precisamente el desplazamiento de estos marcados límites espacio-temporales, van a ser llevados a cabo por la literatura ( Virginia Woolf al apoyo, ejemplificando en su personaje Clarissa Dalloway ), lo que supone una cierta subversión de los roles atribuidos en el tiempo, y en el espacio…como es el caso de algunos obreros a los que recurre Rancière – como casos que confirman de manera ejemplar estos desplazamientos- : el carpintero Gauny – del que Rancière ya había recopilado algunos textos: http://kaosenlared.net/jacques-ranciere-los-pensadores-desconocidos/ – que convertía su tiempos de esclavitud en horas de libertad, o Joseph Jacotot que subrayaba la igualdad de inteligencia que existía en los humanos…Son ejemplos que – independientes de la vulgata marxista de la ideología o del desarrollo del capitalismo como forjador de las condiciones de su propia supresión- dan paso , ya, a la fortuna frente al infortunio, al saber frente a la ignorancia, al subvertir « la distribución de espacios, de tiempos y de las capacidades que la legitimaba»; las actuales ocupaciones son precisamente un importante cambio en las relaciones entre espacio y tiempo, y las diferentes formas de organización que provocan ( asambleas, lazos de solidaridad que se originan en tales situaciones…como anticipaciones de ciertas formas de vida aún por llegar)
Estas situaciones discordantes vienen a suponer ciertas lecciones que empujan a repensar el tiempo…y Rancière expone los propósitos que le guían en la travesía expuesta: « frente a los análisis que proclaman el fin de los grandes relatos y el reino del presente único he querido mostrar cómo la ficción de la necesidad histórica continua estructurando el tiempo dominante – el tiempo de la dominación- al precio de transformar las promesas de liberación en constantes desencantadas del orden de las cosas o en profecías del desastre final», aclarando igualmente que las promesas del cumplimiento de la emancipación como necesidad histórica ineluctable, se basaban en ciertas jerarquías temporales y de formas de vida, en una férrea división de tareas ( resuenan algunas proclamas del vanguardismo político: la conciencia que es importada desde fuera de la clase…), lo que le lleva a interpretar ciertos casos ( personas reales o de ficción y hechos concretos) como momentos en que las jerarquías consagradas se hallan en suspenso: en la ocupación del tiempos de trabajo, en los pasajes novelescos de tiempos de inactividad o en las movilizaciones de multitudes que interrumpen el curso normal de las cosas.
Esta mirada que acabo de presentar, es la que guía los ensayos reunidos, es complementada, ejemplificada, con unas incursiones en el campo cinematográfico o en el de la danza, que vienen a dejar constancia de que lejos de las interpretaciones del arte militante ( deudoras del anquilosadorealismo socialista ), las relaciones entre la estética y la política, no han de fundarse en unas interpretaciones que tratan de hallar un hilo ideológico conductor, ya que – según su visión – toda obra de arte suponen elecciones que expresan cierta concepción del mundo, traducido en un reparto de lo sensible ( partage du sensible, título de una de sus obras) que algunas veces se ofrece explícito y otras de manera un tanto solapada, dejando ver algunos de los problemas del presente y/o de algunas formas de vida. Se destaca las relaciones del arte y la modernidad, subrayando que el Arte es una configuración histórica determinada, que supone u régimen de identificación, que no se refiere únicamente al problema de la recepción, sino al tejido de experiencia en el seno del que son producidas las obras de arte…« este régimen de experiencia que hace posible que palabras, relatos, formas, colores, sonidos, movimientos o ritmos sean aprehendidos y pensados como siendo “arte” ».
Explora diferentes momentos y concepciones en lo que hace a las artes mecánicas y las artes liberales, y sus clientes; explica igualmente cómo el Arte, con mayúsculas y con espíritu englobador, es cosa del presente, puesto en circulación a partir del XVIII, y completa el cuadro con dos visiones contrapuestas a la hora de definir el papel del arte: una, la de Clement Greenberg, deudora de la estética hegeliana, que parte de una visión decadente que es la que apela a los artistas de vanguardia a llenar el vacío propiciado por el fin del arte, que según la visión hegeliana, había caído en el simple virtuosismo; la otra la de Emerson, que mantenía que estábamos con retraso con respecto a la modernidad , y al arte, y más en concreto la poesía, debían ser el instrumento que tratase de cubrir este impasse, siendo este décalage el que precisamente en su mezcla de temporalidades abría el hueco a los poetas para asumir su labor espiritual, elaborando un nuevo sentido común; « es de la ardiente desarmonía del presente que se puede extraer el ritmo todavía salvaje de una vida nueva que será la armonía del futuro…así, la vanguardia no es el destacamento que va en cabeza del ejército. Menos todavía el último batallón resistente al ejército triunfante de la cultura mercantil. La vanguardia tiene su lugar en la diferencia que separa los tiempos modernos de ellos mismos. Ciertos aires de familia acercan el diagnóstico emersoniano con algún texto de Marx de la época, ambos textos datan de 1844, en el que se rechazaba la tesis de la concordancia entre el pensamiento racional y el mundo racionalizado formulado por Hegel . En el caso de la filosofía idealista alemana se daba un desfase, ya que cantaba una libertad, en avance con respecto a su tiempo, ya que no era posible en el Estado prusiano, representación del feudalismo y su burocracia; la tensión entre la llamada la libertad y la servidumbre real era , no obstante, un acicate al proceso de liberación; « utilizar el poder de anticipación extraído incluso del retraso del presente para construir un futuro inédito, tal es la dramaturgia temporal que Marx y Emerson oponen al mismo tiempo al diagnóstico hegeliano sobre la modernidad». Varios ejemplos son sacados a colación por Jacques Rancière , de obras literarias y de películas en las que se concreta esta situación de entre-dos recién mentada. La situación 1ue se creó en 1917 en Rusia dio lugar a obras que trataban de abrir un nuevo camino que casara con la nueva situación de la que no existían precedentes para ser imitados; en el caso del norte americano fue Walt Whitman quien cumplió , en gran medida, esta situación teorizada por Emerson. Posteriormente dará paso a ciertas reflexiones con respecto a algunas películas ( de Vertov – El hombre de la cámara, en especial-, Joh Ford, Sergéi Eisenstein,…) y obras literarias ( de James Joyce, Virginia Woolf…) en las que se dan ese tipo de desplazamientos de los tiempos reglados, los momentos congelados, y las superposiciones entre diferentes tiempos, del mismo modo que se analizan algunos espectáculos de la danza( de Rudolf Laban, Mary Wigman…), considerada por algunos como ejemplo más significativo del arte en marcha, basado en lo gestual…como símbolo de algunos movimientos de la vida, personal y social, el de una comunidad en marcha, como una política del movimiento ya formulada por Platón en su las Leyes. O, encore, varios montajes o performances son visitados bajo la óptica señalada ( de Sol Lewitt o de Simone Forti…).
No es nuevo este giro radical de este ex-seguidor / colaborador de Louis Althusser, alzándose contra las ideas recibidas por el canon dicho marxista ( leninista surtout) en lo que hace a la división de roles, traducidas en jerarquías establecidas y estancas y las prácticas autoritarias en que han desembocado con los consiguientes desencantos ( asuntos sobre el que ha discutido, mostrando su desacuerdo – mésentente-, con Pierre Bourdieu o con Alain Badiou), o el terreno de la visión de la historia como un proceso con un fin marcado y un sujeto llamado a cumplirlo.
Lejos de cualquier forma de dogma o del tono propio del maestro que imparte sabias lecciones, el quehacer del filósofo se centra en reflexionar sobre los temas de la actualidad con el fin de situarnos en él, sabiendo lo que nos pasa y sin tratar de encajar sus interpretaciones o análisis en cualquier catecismo pre-establecido…manteniendo la senda del maestro ignorante, Jacotot, o posicionándose junto a la máxima de Gaury: yo os enseño que nada tengo que enseñaros. Alineándose en la línea del caminante no hay camino, pues siempre hay un camino que trazar, y él intenta ofrecer su sagaz mirada sobre los aspectos incomprendidos, o en contra de las soluciones facilonas que no son más que mantras una y otra vez repetidas sin tener en cuenta la complejidad de nuestros tiempos…en lucha constante, en un tenaz empeño por socavar los cimientos del poder dominante y las formas de vida que impone, como el viejo topo, contra el orden dominante.
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P.S.: me permito facilitar algunos enlaces de artículos anteriores sobre la obra y pensamiento del filósofo francés:
http://2014.kaosenlared.net/component/k2/102743-jacques-ranci%C3%A8...
http://2014.kaosenlared.net/component/k2/26812-la-parte-de-los-sin-...
http://2014.kaosenlared.net/component/k2/53926-gilles-deleuze-agita...
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